A mediados de junio hice una escapada al Remolar. Es una época en la que empiezan a escasear las aves. En compensación, es habitual ver familias y polluelos de diferentes especies. ¡Es época de cría!
Entre el mirador del Aiguait de la Maresma y el de la Bassa dels Pollancres pude recolectar fotos de unas cuantas especies. Para empezar pude ver algunos ejemplares de espátulas (Platalea leucorodia) y de garza real (Ardea cinerea):


Los grupos de ánsares (Anser anser) y alguna que otra cigüeñuela (Himantopus himantopus) merodeando por la zona también estaban presentes:


A lo lejos una garza pasó volando. Como es costumbre, intento fotografiarla en el aire. Estas fotos no suelen quedar muy bien… Para mi sorpresa, al revisarla, resulta que no es cualquier garza. Es un bonito martinete (Nycticorax nycticorax):

Mientras fotografiaba un estornino pinto (Sturnus vulgaris) entre la hierba, un charrancito (Sternula albifrons) llamó mi atención. Revoloteaba insistentemente sobre el islote central:


Le hice varias fotos cuando descendía al islote, pero no pude ver qué hacía al estar resguardado tras las hierbas. Una vez en casa, y tirando de zoom, pude ver que llevaba un pescado en el pico. Es de suponer que entre esas hierbas había un nido con pollos a alimentar:

Lo que no conseguí fue ninguna foto de los polluelos. Es posible que todavía no hayan abandonado el nido.
Unas hembritas de azulón (Anas platyrhynchos) – probablemente – dejaron unas bonitas fotos de patos salpicando a su alrededor:


También pude ver alguna gallineta (Gallinula chloropus) y algún tarro blanco (Tadorna tadorna):


Entonces fue cuando los vi… Una familia de somormujos (Podiceps cristatus) con algunos polluelos a su alrededor. Para mi sorpresa, uno de los progenitores portaba a uno de los pequeños sobre su lomo:

Según he leído en la wikipedia, este papel no está reservado a uno u otro de los congéneres. Pueden incluso llevar sobre el lomo un pollito cada uno de los adultos. También indicaba que, al parecer, no es que los polluelos no sepan nadar. Saben nadar desde que nacen. El problema es que es fácil que sufran una hipotermia. Para evitar eso los padres suelen llevar algún polluelo sobre el lomo.
Mientras observaba tan tierna estampa vi llegar desde un extremo del estanque otro somormujo lavanco (Podiceps cristatus), esta vez con un pez en el pico. Se dirigió hacia el adulto que porteaba al polluelo…


… y se lo entregó al polluelo:

Debido al tamaño del pescado, el polluelo estuvo un buen rato intentando darle paso a través de su cuello. Pero lejos de tirar la toalla, hasta que no se lo tragó no cesó en su empeño:


Finalmente el polluelo fue capaz de engullir el pescado. El progenitor siguió dando paseos y trayendo más pescados para el resto de la prole:


En ocasiones el alimento que traía era rebelde y lo golpeaba contra la superficie del agua hasta dejarlo fuera de combate:


Finalmente hay para todos. Una vez satisfechos, la mañana continúa plácidamente:


La vida en el estanque continúa. Unos moritos (Plegadis falcinellus) escarban entre las hierbas y un porrón europeo (Aythya ferina) solitario se arregla el plumaje:

A poca distancia de los moritos (Plegadis falcinellus), una garceta común (Egretta garzetta) también había salido de caza:

Y se lanza como un arpón de pesca:

Ha capturado otro pescadito:

… Que con una hábil maniobra…

… para el buche!
Fue un buen día de pajareo… y un mal día para los pececitos…