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Aiguamolls de l'Empordà

Els Aiguamolls a finales de mayo

A finales de mayo me comenta Miguel Ángel que tiene disponibilidad de hacer una escapada pajarera. Aunque el Parque Nacional dels Aiguamolls de l’Empordà nos queda un poco lejos, decidimos madrugar y ver cómo han afectado a la fauna las lluvias de esta primavera…

Llegamos temprano, sobre las 09:10h de la mañana. Ya hay algunos coches en el aparcamiento. Tras una brevísima visita al centro de información (todavía no habían encendido las luces), dirigimos nuestros pasos hacia la zona visitable (camí de Ronda). A los pocos metros nos encontramos con una zona donde hay unos cuantos nidos de cigüeña (Ciconia ciconia). Aunque apreciamos que hay algún polluelo, no logramos pillarles con la cabeza fuera. Lo que sí pillamos es algún ejemplar adulto de caza en el prado:

Cigüeña acicalándose en el nido
Cigüeña acicalándose en el nido
Cigüeña bebiendo en el prado
Cigüeña bebiendo en el prado

Aquí ya pudimos comprobar que los prados estaban medio anegados de agua. La cigüeña que estaba en tierra tenía las patas dentro del agua y estaba bebiendo en ese momento.

Continuamos el paseo hasta el mirador del Aguait de les Gantes, que ofrece un buen observatorio para ver l’Estany del Cortalet. Aunque no estaba a rebosar de aves, presentaba un aspecto lleno de vida y había unos cuantos ejemplares interesantes…

Aspecto del Cortalet
Aspecto general del Cortalet

Por un lado unos cuantos ejemplares jóvenes de ánade azulón (Anas platyrhynchos) tomaban el sol sobre un tronco:

Más a la derecha, en una especie de muro que asomaba sobre el nivel del agua, una garza real (Ardea cinerea) y un cormorán (Phalacrocorax carbo) compartían espacio:

En el centro del estanque, un importante árbol ofrecía su protección…

Árbol protector en el centro del estanque
Árbol protector en el centro del estanque

Bajo sus ramas, entre sombras, un pato colorado (Netta rufina) descansaba:

Y el primer flamenco (Phoenicopterus roseus) del parque, también se dejó ver en este estanque:

Antes de abandonar el mirador, una cigüeña blanca (Ciconia ciconia) nos sobrevoló:

Regresamos al camí de Ronda hasta el próximo mirador. Se trata del observatorio de les Daines, una plataforma que ofrece una excelente panorámica del prado delimitado por el norte por los árboles que acogen a los nidos de cigüeñas vistos al principio. Efectivamente, vimos alguna cigüeña blanca (Ciconia ciconia) de caza por el prado y, en la distancia, tuvimos una nueva perspectiva de los nidos. En esta ocasión fotografiamos (con bajísima calidad) un pollueño en su nido, atendido por los progenitores:

Cigüeña de caza en el prado
Cigüeña de caza en el prado
Nido con polluelo
Nido con polluelo

Pero desde nuestra perspectiva, teníamos más aves a nuestro alcance. Una garceta común (Egretta garzetta) y una pareja de ánades azulones (Anas platyrhynchos) permanecían al lado de una pequeña balsa de agua:

Los passeriformes también hicieron acto de presencia. Un gorrioncillo (Passer domesticus) vino a beber a la charca y, cuando ya nos disponíamos a abandonar el mirador, oímos un ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) cantar entre las ramas. Aunque fotografiar a estos pequeños entre tanta maleza es tarea casi imposible, con mucha paciencia y muchas fotos, al final, algo pillamos:

Gorrión bebiendo en la balsa
Gorrión bebiendo en la balsa
El esquivo ruiseñor
El esquivo ruiseñor

Seguimos nuestro paseo por el camí de Ronda. En uno de los laterales, unos caballos mordisqueban las hierbas del otro lado de valla:

Un poco más adelante, una lavandera boyera (Motacilla flava) iba saltando entre las hierbas. Debido a las lluvias, la hierba estaba bastante crecida y a los pajarillos les resultaba bastante fácil ocultarse de nosotros:

Llegamos a la valla que protege la zona inundable y bifurca el camí de Ronda. Seguimos la ruta que quedaba a nuestra mano izquierda. Por allí era fácil ver cigüeñuelas (Himantopus himantopus):

… y algunos ejemplares de ánade azulón (Anas platyrhynchos):

Hembra de ánade azulón
Hembra de ánade azulón
Otro ánade azulón entre la hierba
Otro ánade azulón entre la hierba

Un poco más adelante, los moritos (Plegadis falcinellus) y los flamencos (Phoenicopterus roseus) también se dejaban ver:

Morito entre la vegetación
Morito entre la vegetación
Flamenco conviviendo con un ánade
Flamenco conviviendo con un ánade

Ya en el extremo más oriental del estanque de Mas Matá fotografiamos de nuevo alguna cigüeñuela (Himantopus himantopus) y algún grupo de moritos (Plegadis falcinellus).

Otra cigüeñuela...
Otra cigüeñuela…
... y más moritos.
… y más moritos.

Al fondo del estanque, a demasiada distancia, vimos un grupito de jóvenes gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus):

Este era un buen sitio para hacer fotos. El sol quedaba a nuestras espaldas y las vallas junto con algún arbolito hacían que quedáramos algo ocultos para las aves, lo que aprovechamos para seguir haciendo algunas fotos más a los moritos (Plegadis falcinellus), …

… a una paloma torcaz (Columba palumbus) que se situó sobre la valla perimetral y a una garceta grande (Ardea alba) que apareció por allí:

Paloma torcaz posando sobre la valla
Paloma torcaz posando sobre la valla
Garceta grande
Garceta grande

También pasó por encima de nosotros una garza imperial (Ardea purpurea). Nos habría gustado hacerle algún retrato de más calidad, pero sólo se dejó ver unos instantes:

Volvimos sobre nuestros pasos para dirigirnos al extremo norte. Por el camino subimos al observatorio d’en Biel. Desde allí, aunque a bastante distancia, pudimos observar una comunidad de ánades azulones (Anas platyrhynchos), alguna garza real (Ardea cinerea)

Comunidad de azulones
Comunidad de azulones
Otra garza real
Otra garza real

… así como alguna focha (Fulica atra) y otra garceta grande (Ardea alba):

Focha común...
Focha común…
... y otra garceta compartiendo espacio con una garza real
… y otra garceta compartiendo espacio con una garza real

Llegamos al final del camino. Desde ese punto se tiene una estupenda visión de las aves que están en la zona pantanosa más occidental, que normalmente está inundada de agua. Pudimos observar algunos ejemplares de flamencos (Phoenicopterus roseus) y de cigüeñuela (Himantopus himantopus):

Más flamencos y ...
Más flamencos y …
... más cigüeñuelas!
… más cigüeñuelas!

También una familia de ánades azulones (Anas platyrhynchos) nos vino a saludar (bueno, faltaba el padre, pero ya es habitual en esta especie ver sólo a la madre con los polluelos):

Subimos al observatori Senillosa. Este observatorio permite tener unas vista privilegiadas de todo el parque, alrededores y de parte del Golfo de Roses gracias a tener el punto de observación a una altura de unos 12m sobre el terreno.

Una familia de estorninos (Sturnus vulgaris) suele merodear por las alturas del observatorio. Alguno se dejó fotografiar:

También, gracias a la perspectiva, pudimos ver el aterrizaje de algunos azulones (Anas platyrhynchos) y una vista distinta de los flamencos (Phoenicopterus roseus) que habíamos fotografiado hacía un rato:

Azulones amerizando...
Azulones amerizando…
... y flamencos en la distancia
… y flamencos en la distancia

Se aproximaba la hora de comer, así que emprendimos camino de regreso hacia el aparcamiento. De camino nos encontramos una flor de cardo bastante solicitada y un cangrejo de río que, aunque intentó camuflarse de nuestras miradas, no lo consiguió:

Flor de cardo visitada por varios insectos
Flor de cardo visitada por varios insectos
Cangrejo de río 
(no todo van a ser pajarillos)
Cangrejo de río (no todo van a ser pajarillos)

Fuimos a comer a Sant Pere Pescador, un municipio cercano con varios bares y restaurantes donde se puede hacer una comida decente.

Antes de volver a la entrada principal del parque, hicimos una parada en el punto de observación dels Estanys del Matà. Se trata de ver el mismo estanque pero desde el otro lado. Hay un pequeño aparcamiento donde cogen dos o tres coches mientras se realiza la visita. Valió la pena desplazarnos hasta allí, porque vimos algunos ánsares (Anser anser) y de nuevo otra azulona (Anas platyrhynchos) con su polluelo:

Ánsares expectantes, como siempre...
Ánsares expectantes, como siempre…
... y madre azulona protegiendo a su polluelo.
… y madre azulona protegiendo a su polluelo.

También tuvimos la suerte de ver un ejemplar de espátula común (Platalea leucorodia), que inició el vuelo poco después de que llegáramos nosotros:

Desde la nueva perspectiva pudimos ver volando a algún morito (Plegadis falcinellus):

O incluso hacer un primer plano a algún ejemplar:

También tuvimos buenas perspectivas de cigüeñuelas (Himantopus himantopus):

Cigüeñuela en lado izquierdo y ...
Cigüeñuela en lado izquierdo y …
... cigüeñuela en lado derecho.
… cigüeñuela en lado derecho.

Y los flamencos (Phoenicopterus roseus) nos ofrecieron la posibilidad de fotografiarlos más de cerca:

Flamenco arreglándose las plumas
Flamenco arreglándose las plumas
Primer plano del flamenco
Primer plano del flamenco

Antes de abandonar la zona inundada, una familia de ánsares (Anser anser), esta vez con el papá, la mamá y los polluelos, cruzaban el estanque:

No nos pudimos resistir a otro primer plano de un morito (Plegadis falcinellus) que faenaba cerca de la valla… es la naturaleza del pajarero…

Proseguimos nuestra ruta en dirección a la playa, por el camino que va a unirse al camino de Ronda. En los campos que rodean el camino vimos alguna hembra de ánade azulón (Anas platyrhynchos), alguna cigüeña (Ciconia ciconia):

Hembra de ánade azulón y ...
Hembra de ánade azulón y …
... cigüeña blanca.
… cigüeña blanca.

… así como otra paloma torcaz (Columba palumbus) y esta vez una garceta grande (Ardea alba):

Paloma torcaz y ...
Paloma torcaz y …
... garceta grande
… garceta grande

Nos apartamos un poco del camino para echar un vistazo desde el mirador del Agüait Bruel. Nada más llegar vimos un orgulloso somormujo (Podiceps cristatus) flotando en las aguas del estanque:

Entonces le vimos llevando unas ramitas en el pico:

Enseguida comprobamos que no estaba solo. Estaba, junto a su compañera, montando el nido que en pocos días daría cobijo a la puesta de esta primavera:

Trabajando en equipo en la construcción del nido
Trabajando en equipo en la construcción del nido
Ajustando unos palitos con otros con precisión
Ajustando unos palitos con otros con precisión

Llegamos hasta la playa sin ver ningún otro ejemplar que nos llamara la atención. Regresamos al coche y volvimos al estacionamiento del parque. Queríamos dar otro vistazo antes de irnos.

Nos adentramos en el observatorio de les Daines. Desde allí vimos un grupo de garcetas (Egretta garzetta):

Y un poco más a la derecha, unos ejemplares de garcilla bueyera (Bubulcus ibis) junto a un caballo (como suele ser habitual), que nos brindó una exhibición de pis equino para la foto:

Abandonando el mirador, de nuevo el canto del ruiseñor (Luscinia megarhynchos) llamó nuestra atención y nuestro afán por fotografiarlo… al final algo salió:

Recorriendo el camino hacia el observatorio del Mas del Matà, vimos algunos ejemplares de ganso del Nilo (Alopochen aegyptiaca) que se alejaron de nosotros nada más oírnos:

Y de propina, cuando ya nos íbamos, sin ramas entremedio y dejándose ver sin problemas, otro ejemplar (o el mismo) de ruiseñor (Luscinia megarhynchos) se posó sobre una valla:

Finalmente llegamos al coche, sin más aves que retratar. El sol ya estaba empezando a ponerse y eso se notaba en las fotos.

Ha sido una salida interesante, con bastantes ejemplares, aunque no demasiadas especies. De todos modos, hemos hecho muchas fotos y el parque estaba exultantemente verde.

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